Secretos

Secretos

29 junio, 2020 Desactivado Por cinque -

Al comenzar a escribir sobre secretos, no pensé tener tanto por explorar:  si son buenos o malos, qué causan, cuánto pueden durar, quiénes son los que tienen más secretos, qué los motiva a tenerlos, que ventajas les da; qué provoca tener un secreto por muchos años y qué produce el por fin poderlo poner en palabras.  Hay miles de cuestiones alrededor de los secretos.  Es por eso que en esta ocasión, mejor divido esto en dos partes.  La primera tiene que ver con ciertas categorías de los secretos.  La segunda tiene que ver con lo que provocan los secretos y, claro, algunas cosas más que permanecerán en secreto hasta la próxima semana….

No sé si los secretos son buenos o malos.  Quizás, al igual que los personajes de cualquier historia, sea real o fantástica, no pueden ser totalmente de un lado o del otro.  Simplemente, tienen consecuencias positivas y negativas.

Pero, hay que empezar por darle una repensada a qué son los secretos.  Claro que sabemos que tienen que ver con lo que no se dice… al menos lo que no se dice a todos.  Lo que parece no ser tan claro es que si, basándose en la teoría filosófica de la existencia o no del ruido que no es percibido… “si no comparto el evento, emoción o pensamiento con nadie,… ¿sigue denominándose un secreto?”  Pues sí, porque puede no ponerse en palabras y nadie escucharlo, pero es justamente el hecho de que alguien lo piense y no lo comparta, lo que lo convierte en secreto.

Existen múltiples tipos de secretos y me parece útil categorizarlos. 

1.  Con cuántas personas se comparte. 

  • Hay secretos que uno se queda para sí mismo, desde el desagrado que le causa el aliento de alguien o la imposibilidad de dejar de moverse al ritmo de una canción que da pena aceptar como ‘buena’, hasta la profunda tristeza que a uno lo invade cuando alguien pronuncia unas palabras que, sin saberlo, hieren.   
  • Otros secretos se comparten sólo con un otro.  Resultan incluso promotores de un vínculo.  Crean como una especie de alianza, para bien o para mal.  Puede disfrutarse mucho o puede crear angustia, al saber que esa persona comparte el secreto y de ahí incluso saltarse a los chantajes aprovechándose de la confianza que en un momento se tuvo o de la suerte por enterarse del secreto del otro.
  • Hay unos secretos que se comparten en grupo e incluso pueden crear una sensación de pertenencia.   Resulta, entonces, honroso tener cierta información y hace que la persona se sienta parte de.  Puede ser de una familia, en donde la edad le da a un miembro la posibilidad de saber algún secreto.  Puede ser en una empresa, en donde un determinado rango le da la posibilidad a alguien de acceder a información confidencial.  Incluso se forman asociaciones secretas, creando expectativa, curiosidad y deseo por formar parte de un grupo, sea del tema que sea.

2.  Otra categoría tiene que ver con la información y relevancia de los secretos. 

  • Todos tenemos de esos secretos que aunque no son emocionalmente importantes, sí denotan confianza cuando se los comparte.  Un ejemplo bobo es la contraseña.  Esa contraseña que en algún momento te daba autorización de pasar al cuarto de tu hermano o de un amigo, hasta las contraseñas de las que ahora somos dueños y no debemos soltar por ningún motivo. 
  • Algunos secretos no importan porque la información sea tan imporante, sino por la manera de acercarnos.  Una pareja se va haciendo de pequeños secretos que empiezan por ser individuales y se comparten con el otro.  Si la cena a la que fueron invitados no estuvo tan buena, uno ya sabe que el otro está sólo queriendo quedar bien por el comentario que hizo.  Es una delicia llegar a comentar todo lo que pensaron alrededor de una reunión.  Esos secretos te acercan, porque hace que te conectes con el otro y que aceptes y te guste cómo piensa el otro.  Y hasta se van asemejando en la forma de percibir el mundo.
  • Muchos de los secretos tienen que ver con dolor.  Intentar tapar el dolor lleva a alguien a callar una verdad que puede herir al otro (sea esto verdad o no, pero así es la percepción de quien calla).  Y de manera opuesta, también se callan conductas que producen dolor a uno mismo.  Las conductas autolesivas generalmente se hacen a escondidas, por no lastimar al otro, porque lo juzguen, o por evitar que lo quieran detener.   Puede ir desde el comer de más, fumar, tener una relación de donde sale lastimado, hasta cortarse, consumir drogas y, desafortunadamente, un largo etcétera.

3.  Los tipos de secreto también tienen que ver con la edad.  Aquí algunos ejemplos:

Los secretos que se guardan de los niños, y lo que normalmente quieren saber:

  • ¿Existen los Reyes Magos, Ratón de los Dientes, Santa?
  • ¿Qué hace mi hermana adolescente en su cuarto todo el día?
  • ¿Con quién se mensajean los adultos tanto?
  • ¿Qué hacen los papás por las noches cuando cierran su cuarto con seguro?
  • ¿Por qué de pronto llora una amiga de mi mamá y me mandan a jugar a otro lado?

En los adolescentes, los secretos causan mucha ansiedad.  Tanto los que guardan ellos como los que quisieran conocer:

  • ¿Cómo le hizo ella para sólo bailar y convertirse en una influencer?
  • ¿Por qué no me contesta si ya vio el mensaje?
  • Secretamente le gusta cuando te lleva tu mamá a un museo, y lo oculta de sus amigos, porque lo hace parecer “rarito”.
  • La sexualidad.  Todo lo que tiene que ver con esto.  No sólo esconder lo que les sucede a ellos, sino que hay una preferencia porque esos mismos adultos callen cosas que los adolescentes no quieren escuchar.
  • Las fallas.  Normalmente es difícil aceptar que no se logró lo que se cree que los papás esperan.  Y mejor se esconde.
  • Muchas conductas de riesgo. 

Los adultos tenemos todo tipo de secretos…

(….Continuará)

cinque

Columna

psicoterapeuta | corredora empedernida | apasionada por los vínculos, la buena música y la escritura | mamá de 2 | aprendiz de lo posible y de lo imposible

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