¿Vieron el informe del presidente ayer?

Se suponía que hablaría sobre el plan de respuesta a las crisis sanitaria y económica que México comienza a padecer. En realidad, de lo único que NO habló fue de esos temas, le guste o no los más relevantes – y urgentes – de la agenda nacional.

En el Patio de Honor (vacío) de Palacio Nacional, durante una hora resumió las acciones de su gobierno en el último año.

Habló de la devolución de los llamados “tiempos oficiales” a los concesionarios de la industria de radio y televisión. La razón, dijo, “el gobierno informa a diario y no necesita propaganda”. Esto es un error semántico o es ignorancia, porque esos tiempos de transmisión nunca existieron para realizar propaganda (Acción y efecto de dar a conocer algo con el fin de atraer adeptos o compradores, según el DLE de la RAE), si no para brindar información de interés común. Tal acción, a decir del presidente, servirá para compensar los daños económicos que la pandemia causa a la industria.

Habló también de PEMEX. Dijo que la paraestatal recibirá un beneficio fiscal de $65,000.000.°°, lo cual se reflejará en un aumento de producción de 240,000 barriles, que se destinarán a la producción doméstica de gasolina, para así poder evitar los aumentos. Muy bien. Mientras para responder a la situación climática en el mundo otros gobiernos piensan en alternativas energéticas para dejar atrás la era petrolera, acá le apostamos por más años al combustible fósil. En la percepción del presidente, los generadores de energía eólica financiados por neoliberalesconservadoresfifís causan contaminación visual en el paisaje mexicano. Bravo.

Remató asegurando que no habrá despidos en ningún nivel del gobierno, pero si disminución en los salarios, desde subdirectores hasta el presidente. Habló de más eficiencia, más austeridad y honestidad total.

Atrapado como siempre en el pasado (o en el rencor), dijo otra vez que se acabó el modelo neoliberal y neoporfirista (¿eso ultimo existe?), citó a Roosevelt, a Bolívar y a Juárez; irresistible la tentación de dar el brochazo ideológico a un mensaje gubernamental.

¿Y el plan para responder a la emergencia? ¿De qué manera piensa respaldar sus planes sociales (clientelares) cuando los contribuyentes ya no puedan pagar (y eso se acerca peligrosamente)? Sin ingreso no hay egreso. Los fideicomisos expropiados esta semana también cubrían pensiones de trabajadores en retiro. Y ya no están. $740,000 millones de pesos que pasan al uso discrecional por decreto personal de amlo.

¿Qué informo? No oímos nada del extraño aumento de muertos por neumonía atípica. Ni de la renovación de concesiones de internet, coincidente con el espontaneo entusiasmo pro presidencial de Ricardo Salinas Pliego. Ni de los – varios – gobiernos estatales que recurriendo al sentido común han tomado ya decisiones radicales por su cuenta.

Para terminar, frente a una solitaria cámara, arengó con tres Viva México que se ahogaron sin respuesta.

Así terminó el informe utópico, sin mayor detalle de los planes ante la emergencia.

Este hombre está en medio de la caída libre desde la campaña eterna, a la ingobernabilidad.

Compartan y opinen. Nos leemos la próxima semana.

Rogelio

Rogelio Castro-Hernández

Columna

Rogelio es colaborador de NPI desde su fundación hace en 2015. Participa en el Podcast de manera regular y nos comparte su columna todos los lunes.

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